lunes, 6 de abril de 2009


Amigo espectador:


Sólo unas líneas para exponerle algunas consideraciones sobre la Magia (y desde ahora, entiéndame usted., al decir Magia me refiero a Ilusionismo).

¿Qué es, en qué consiste la Magia-Ilusionismo?

“Es una llamada al misterio, un destrozar las apariencias, una creación de mundos de ilusión que trata de hacer aflorar en los espectadores un amplio abanico de sentimientos dispares: desde arcanos temores (quizá dormidos en nosotros) a placenteras, ingenuas, gozosas e ilusionadas formas de sentir y ver el mundo. Y entre ellos, sentimientos atávicos o ingenuos, quizá difusos, puede ser que desconocidos (o no-reconocidos) y que vagan flotantes en nuestro yo profundo”.
Las anteriores líneas son (lo se), algo literarias, quizás un mucho pedantes. Pero he tratado de escribir palabras que nos lleven a la esencia de la Magia. Palabras que destilen Magia.
Entonces la verdadera Magia (Ilusionismo) no es el juego de manos, ni los escamoteos, ni los pases habilidosos. La Magia no es, tampoco, ya, la prestidigitación (rapidez de dedos), ni equivale a un intrigante (ya hay novelas policíacas), ni corresponde a un reto del tipo : En la Magia NO HAY TRAMPA porque todos sabemos que sí LA HAY. No hay engaño porque el verdadero, auténtico espectador, de la Magia, no es NUNCA engañado sino ilusionado; en la Magia, en la verdadera, autentica Magia, en la MAGIA ARTE solo hay emoción, ilusión y llamada al MISTERIO.
Esta es la clave: MISTERIO, emoción de MISTERIO; éste es el único SECRETO de la MAGIA-ARTE.

¿Cómo ver una sesión de Magia?

Cuando ustedes vean un mago (¡un buen mago!) entréguense, no luchen contra él; nadie quiere engañarles; entren en el juego, introdúzcanse en el mundo donde impera la IMAGINACION y la fantasía, lo irreal y lo misterioso, lo anti-apariencia, lo anti-realidad (en el sentido mas superficial de la realidad); donde sólo se conoce…lo desconocido. Pero no se dejen llevar pasivamente tampoco; ¡NO!, participen activamente, pongan de su parte, sumérjanse voluntariamente (colaborando con el mago) en ese mundo de ilusión. Deseen, quieran y actúen así: Sin miedo, sin recelos; y regresen a su niñez personal, cuando lo imposible no existía; y traspasen, de la mano de Alicia el espejo. Y pasen como ella, al otro lado, al País de las Maravillas.
Y al decir Alicia, digo todos los poetas, digo todos los surrealistas, digo todos los músicos, digo todos los creadores: todos los que saben transcender las apariencias, la primera cáscara de la realidad (¡no tan real!) y saben llevarnos al GRAN IMPERIO DE LA IMAGINACIÓN, tan real por nuestro como el cotidiano, tan verdadero, tan serio, y (¿Por qué no?), tan lúcido.
Entonces, para ustedes, la Magia ya no será más un caduco entretenimiento infantil, sino algo más. Será un arte: se sentirán enriquecidos, comprenderán más y mejor, intuirán cosas.
El Mago

Al ver a un Mago, quítense (por favor) las gafas de vista cansada y miren con los grandes y siempre abiertos ojos de los niños. Jueguen. Jueguen con nosotros los Magos; diviértanse; emociónense; sin inhibiciones; gocen; sientan placer no se repriman; ¡DISFRUTEN!
Un Mago no es un truquista. Un Mago no es un tramposo. Un Mago no es un habilidoso, fullero y engañador.
Pero tampoco es un ser DOTADO con poderes sobrenaturales, ni especiales; estos poderes están en todos nosotros. El Mago nos hará sentirlos, nos los recordará, intentará (¡si ustedes quieren!) hacernos vivir con más potencia nuestra vida.
Estos poderes (llámense fantasía, creatividad, ilusión o imaginación) son nuestros, todos los tenemos, ¡desarrollémoslos!
Cuando una bola oculta en una mano, no está al abrir la mano de nuevo, no pensemos en la manga; pensemos y veamos que NO ESTA, que NO ES, que ha desaparecido y estaremos más cerca de la verdad, de esa verdad. Si el Mago la ocultó en su maga… ¡tanto peor para él!

Pero la Magia…¡tiene truco!

De acuerdo… pero también la pintura figurativa es una ilusión de la realidad. Y nosotros, al contemplar un cuadro, no pensamos que esa mancha es : esa mancha es un ojo, o el pliegue de un manto, o la luna, o una sonrisa de mujer.
O quizá la mancha sea la expresión de un sentimiento de envidia, o de tristeza, o de soberbia. Si estamos ante una pintura abstracta.
Y las notas de una sinfonía, no son (para nosotros) , sino que esas notas son productoras de sensaciones líricas, o románticas, o nos transmiten sentimientos de amargura y tristeza, o n os transportan a mundos Mágico-sonoros.
Y cuando, en el cine, vemos una sombra parpadeante y quieta repetida 24 veces por segundo con mínimas variaciones, produciéndonos la ilusión de movimiento, no decimos: “¡ah!, ya sé el truco; no es Santiago Segura, el Torrente de quien mira, es sólo su imagen, solo una sombra repetida 24 veces por segundo con mínimas variaciones produciéndonos la ilusión de movimiento”. Vemos a Torrente, que mueve sus ojos; sentimos con él su alegría cuando sonríe, o su tristeza, cuando esos ojos lloran. Y, ¿por qué damos credibilidad completa a otras artes con tanta ( iba a decir), con tanto y no queremos entregarnos igual a quien lleva dentro la esencia de la ilusión: a la MAGIA?
…Quizá la respuesta esté en que no queremos.
…Quizá la respuesta esté en que no sabemos.
…O quizá, quizá la respuesta esté en que no nos atrevemos”.

Magicordialmente suyo:

JUAN TAMARIZ

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